Es evidente que la venta del Radja no es una venta común, es obvio que la administración ya no lo quería, y una decisión de esta naturaleza no es sólo de Monchi es imposible la tome una sola persona por las implicancias que puede generar, es de toda la administración conversada y consensuada con el mismo presidente, lamentablemente es sabido que el Ninja cometió actos de indisciplina reiteradas veces, deben haberle advertido y no hay que ser adivino para eso seguramente incluso se le condicionó al inicio de la temporada, pero siguió en lo mismo, eso se llama faltarle el respeto a la institución, burlándose de todos pagando las consecuencias, el problema es que no es un problema menor pues repercute en muchas cosas sobre todo en su valor como principal activo del club, el hecho que sólo existió el interés de un solo equipo lo dice todo y es porque Spalletti lo pide expresamente, fue ofrecido al Atlético de Madrid y no lo quisieron, duele, por supuesto que sí pero primero está la institución, lo más probable es que Radja haya llegado a la cima de su carrera quizá incluso más de lo que se esperaba de él y ahora venga un notorio declive, esto sólo lo puede comprobar el tiempo así que más vale tomar el riesgo y venderlo en este momento que sea después cuando ya sea un verdadero problema y no poder venderlo, pero claro como todo en la vida siempre hay posiciones distintas, algunos dirán por qué no se queda para siempre y me imagino que eso tenga que ver con tener un futbolista con el “paquete completo”, el sueldo que tenía Radja era de los más altos y que contracta claramente con su línea profesional, un gusto es pagarle a Lobont hasta los 40 o a Totti o a De Rossi pero para eso debes ganártelo en todas las canchas dentro y fuera. Para entenderlo más claramente, existe un principio de equidad que todos deben tener en cuenta dentro de un grupo profesional y nadie por más ídolo que sea está por encima de la institución, nadie, ni Pelé por encima del Santos, ni Messi por encima del Barcelona o Crsitiano por encima del Real Madrid, porque las mismas instituciones también le dan mucho a los jugadores que se hacen millonarios con lo que les pagan y ellos retribuyen con su juego, con sus actos y buen comportamiento fuera de la cancha, el Radja se ganó sin duda el cariño, mi cariño, de toda la gente pero tiene una conducta muy particular que entiendo no va con los principios ni los valores que la Roma desea, y cuidar la imagen institucional es fundamental para el crecimiento.